Los ciclos naturales del
cuerpo maduro de un hombre Durante y a partir de los años de adolescencia, los
testículos (o testes) producen un suministro constante de hormonas
(testosterona en su mayor parte). Los testículos también producen millones de
espermatozoides cada día. Toma alrededor de 74 días para que los
espermatozoides crezcan y maduren. Como parte de este proceso, el esperma recién
generado debe viajar por un conducto de unos seis metros (20 pies), llamado epidídimo
para que llegue a la etapa de maduración. Este conducto forma una estructura enrollada
que se encuentra encima y por detrás de cada testículo.Justo antes de la
eyaculación, otro conducto llamado conducto deferente toma los espermatozoides
del epidídimo y los transporta hacia la próstata (glándula prostática). En este
punto el esperma se mezcla con otros fluidos secretados en la próstata y las
vesículas seminales, las cuales se encuentran a cada lado de la próstata. Estos
líquidos blanquecinos y ricos en proteínas fortalecen y nutren a los espermatozoides
para que puedan vivir por algún tiempo luego de haber sido eyaculados. Durante
el orgasmo, la mezcla del fluido y el esperma, conocido como semen, se desplaza
a través de la uretra y es expulsada por la punta del pene. La ilustración continuación
muestra los órganos reproductores masculinos.
El
papel de la testosterona
La testosterona es la hormona
masculina principal. Es la que promueve el desarrollo de los órganos
reproductores, así como la que fomenta las erecciones y la conducta sexual. La
testosterona también causa características sexuales secundarias durante la
pubertad, como el engrosamiento de la voz y el crecimiento del vello corporal y
facial. Ésta es producida en su mayor parte por los testículos. Las glándulas
suprarrenales, las cuales se ubican por encima de los riñones, también la
producen en pequeñas cantidades tanto en hombres como en mujeres.
La región del hipotálamo en
el cerebro controla la cantidad hormonal producida en el cuerpo. Cuando los
niveles de testosterona son bajos, el hipotálamo envía una señal a la glándula
pituitaria ubicada en la base del cerebro. La pituitaria envía a su vez un mensajero
hormonal a través del torrente sanguíneo para indicar a los testículos que aceleren
la producción hormonal.
Los niveles hormonales en el
hombre varían ampliamente, pero la mayoría de ellos presentan un recuento de
testosterona en la sangre mayor del requerido. Un hombre con un recuento bajo
de testosterona puede tener dificultades en tener o mantener una erección, y
puede que pierda el interés en el sexo. En muchos hombres jóvenes sanos, los problemas
hormonales no son comunes y la ansiedad es la raíz de los problemas de erección.
Los problemas médicos comunes de erección incluyen medicamentos y afecciones de
los vasos sanguíneos o de las terminales nerviosas en la región pélvica.
El patrón normal de la excitación
sexual y de la erección Una erección comienza cuando el cerebro envía una señal
hacia la médula espinal a través de las fibras nerviosas que llegan hacia el
área pélvica. Algunos de los nervios importantes que producen una erección se
extienden cerca del recto y hacia ambos lados de la glándula prostática.
Cuando se recibe esta señal,
el tejido esponjoso dentro del pene se relaja para que las arterias (vasos
sanguíneos) que transportan la sangre hacia el pene se dilaten. Conforme las
paredes de los vasos sanguíneos se agrandan, la sangre se acumula en el pene
hasta cincuenta veces más rápido de lo habitual. La sangre llena las dos
cavidades que se encuentran dentro del pene. Las venas en el pene, las cuales
normalmente drenan la sangre que llega a éste, se contraen haciendo que la
sangre permanezca ahí. Esto ocasiona un gran incremento en la presión arterial
dentro del pene, lo cual provoca como resultado la rigidez del pene que se da
con la erección.
Las terminales nerviosas que
permiten al hombre sentir placer cuando el pene es tocado tienen un trayecto
distinto que las que controlan el flujo sanguíneo y producen una erección.
Incluso cuando hay un nervio dañado o una obstrucción de los vasos sanguíneos que
impide la erección, el hombre casi siempre podrá sentir placer al contacto
físico del pene. También podrá lograr el orgasmo. Un tercer conjunto de nervios
que termina internándose más en el cuerpo del hombre es el que controla la
eyaculación del semen.
Cómo sucede el orgasmo en el
hombre
El orgasmo en un hombre tiene
dos etapas. La primera etapa se llama emisión. Durante esta etapa, la próstata,
las vesículas seminales y el conducto deferente (tubo que conecta a los
testículos con las vesículas seminales) se contraen. En la emisión, el semen es
enviado cerca del extremo final en la uretra (el conducto que se extiende a
través del pene), listo para ser eyaculado. En este momento, una pequeña
válvula en el extremo de este conducto se cierra para impedir que el semen
ascienda hacia la vejiga. Un hombre siente la emisión como el “punto sin
retorno”, cuando sabe que está por tener un orgasmo. La emisión es controlada
por lo que se conoce como el sistema nervioso simpático o involuntario.
La eyaculación es la segunda
etapa del orgasmo, la cual es controlada por los mismos nervios que se encargan
de transportar las señales de placer cuando la región genital es acariciada.
Estas señales enviadas causan que los músculos alrededor de la base del pene se
compriman de forma rítmica, lo cual hace que el semen sea expulsado de la
uretra a la punta del pene. Simultáneamente, mensajes de placer son enviados al
cerebro y esta sensación es la que se conoce como orgasmo o clímax.
EFECTOS
PSICOLÓGICOS

Un terapeuta especializado en
tratar a pacientes con problemas de tipo sexual a menudo puede ayudar en el
tratamiento de la ansiedad y el estrés que pueden afectar la capacidad de
erección. Cualquier tratamiento para los problemas de erección debe ser en
función de los resultados obtenidos de una evaluación minuciosa, los cuales
deberán incluir factores tanto médicos (antecedentes) y pruebas médicas
especiales (refiérase a la sección “Ayuda profesional” para más información).
Cómo el tratamiento contra el
cáncer puede afectar la eyaculación
El tratamiento contra el
cáncer puede interferir con la eyaculación al dañar los nervios que controlan
la próstata, las vesículas seminales y la abertura de la vejiga. Puede además frenar
la producción del semen en la próstata y en las vesículas seminales. A pesar del
daño, un hombre puede conservar su capacidad para sentir el placer que se
origina con el orgasmo. La diferencia es que durante este momento el semen que
se eyacula es poco, o simplemente no hay liberación de líquido seminal.
Con el transcurso del tiempo,
la mayoría de los hombres indica que el orgasmo sin semen llega a sentirse
normal. Algunos otros dicen que el orgasmo no se siente igual de intenso, mientras
que otros reportan que son más placenteros y de mayor intensidad. A menudo los
hombres se preocupan sobre si sus parejas extrañarán la eyaculación del semen,
pero
la mayoría de las veces, las
parejas no sienten realmente la liberación del fluido, por lo que generalmente
esta preocupación no es un problema. La preocupación principal de algunos
hombres es que el orgasmo sea menos placentero que antes. Otros se preocupan
por sus deseos de procrear, debido a que los orgasmos que tienen son “secos”.
Si un hombre sabe con antelación sus deseos de procreación después del
tratamiento, puede que quiera hacer un depósito de semen para que éste sea almacenado
y usado en el futuro (refiérase a la sección “Cómo el tratamiento contra el cáncer
puede afectar la fertilidad” para más información).
Algunos hombres sienten que
sus orgasmos son más débiles que antes. Es normal que haya una leve reducción
en la intensidad del orgasmo con el paso de los años, pero este decremento
puede ser más severo en hombres cuyos tratamientos contra el cáncer interfieren
con la eyaculación del semen. Refiérase a “¿Hay alguna forma para que el orgasmo
sea tan intenso como solía serlo?” en la sección “Cómo sobrellevar los
problemas sexuales”.
Cirugía
La cirugía puede afectar la
eyaculación en dos formas distintas. La primera es cuando la cirugía extirpa la
próstata y las vesículas seminales, de tal forma que el hombre ya no puede
producir semen. La segunda es cuando la cirugía daña los nervios que van desde
la columna y controlan la emisión de líquido seminal (momento en que el esperma
se mezcla con otros fluidos para la formación del semen). Hay que tener en
cuenta que este no es el mismo conjunto de terminales nerviosas que pasa por la
próstata y controla las erecciones (lo cual se detalla en la sección “Cómo la cirugía
pélvica contra el cáncer puede afectar la capacidad de erección”). Las cirugías
que ocasionan problemas con laeyaculación se detallan a continuación.
Orgasmo
seco
Tras la prostatectomía
radical (extirpación de toda de la próstata) y cistectomía radical (extirpación
de toda de la vejiga), un hombre no podrá más producir semen. En este caso, los
espermatozoides producidos en los testículos maduran, pero el cuerpo
simplemente los reabsorbe. Esto no causa ningún daño. Después de estos procedimientos
quirúrgicos, un hombre tendrá “orgasmos secos”, sin líquido seminal. El semen
que se produce a veces no es expulsado Hay otras operaciones que causan que la
eyaculación regrese al cuerpo en lugar de salir (eyaculación retrógrada). En el
momento del orgasmo, el semen es expulsado atrás hacia la vejiga en lugar de ir
hacia fuera a través del pene. Esto es debido a que la válvula entre la vejiga
y la uretra permanece abierta después de ciertos procedimientos quirúrgicos. Normalmente
esta válvula se cierra estrechamente durante la eyaculación, pero al estar abierta,
el nuevo recorrido de menor resistencia para el semen ahora es atrás hacia la vejiga.
Esto no es doloroso ni dañino para el hombre. Cuando el hombre orina después de
este tipo de orgasmo seco, su orina tiene un aspecto turbio debido a que el
semen se mezcla con la orina durante el orgasmo. Una resección transuretral es
un ejemplo de una operación que generalmente causa la eyaculación retrógrada.
En esta cirugía se extrae el núcleo de la próstata al insertar un fibroscopio a
través de la uretra, el cual generalmente daña la válvula de la vejiga.
Daños
al conjunto de nervios
Previamente se han descrito
los conjuntos de fibras nerviosas que recorren los costados de la próstata, los
cuales contribuyen en el origen de la erección. A continuación se describen los
nervios que recorren la columna vertebral y controlan la eyaculación. Las operaciones
contra el cáncer que provocan que los orgasmos sean secos al dañar los nervios
que controlan la emisión (mezcla de esperma con fluidos que conforman el semen)
son:
• Resección abdominoperineal,
en la cual se extrae el recto y la parte inferior del colon.
• Disección de los ganglios
linfáticos retroperitoneales, en la cual se extirpan los ganglios linfáticos en
la región del abdomen (por lo general esto se realiza en hombres con cáncer
testicular).
Algunos de los nervios que
controlan la emisión recorren la parte inferior del colon y se dañan con una
resección abdominoperineal. La disección (extirpación) de los ganglios linfáticos
dañan los nervios ubicados en la parte superior que rodean la aorta (la arteria
mayor principal en la región del abdomen). Los efectos de las dos operaciones
son probablemente muy similares, pero no es sino después de la cirugía de los
ganglios linfáticos cuando se sabrá más sobre el efecto en la función sexual. A
veces la disección de los ganglios solamente origina la eyaculación retrógrada,
pero generalmente paraliza la emisión. Cuando esto sucede, la próstata y las vesículas
seminales no pueden contraerse para mezclar el semen con los espermatozoides.
En cualquiera de los dos casos se tiene como resultado un orgasmo seco. La
diferencia entre una eyaculación retrógrada y una ausencia total de emisión es importante
si un hombre desea procrear. La eyaculación retrógrada es más conveniente para
quienes buscan ser padres debido a que los espermatozoides pueden ser obtenidos
de la orina y usarse para una inseminación en la mujer. Algunas veces los
nervios que controlan la emisión se recuperan del daño que sufren de la
disección de los ganglios linfáticos retroperitoneales. Pero si la eyaculación
del semen no retorna, puede tomar hasta tres años para que regrese. Debido a
que los hombres con cáncer testicular a menudo son jóvenes y aún contemplan
tener hijos, los cirujanos cuentan con métodos en los que se evitan daños a los
nervios y permiten que la eyaculación permanezca normal después de la disección
de los ganglios linfáticos retroperitoneales. Al estar en manos de cirujanos
con mucha destreza, estas técnicas han ofrecido un índice muy elevado de la
conservación de los nervios y la eyaculación normal (refiérase a nuestro
documento Cáncer de testículo para más información). Algunos medicamentos pueden
también restaurar la eyaculación del semen lo suficiente para poder recolectar
el esperma para la concepción. Si no se pueden recuperar los espermatozoides
del semen o de la orina, es posible que especialistas en infertilidad puedan
extraerlos directamente de su testículo mediante una cirugía menor, y luego
usarlos para la fertilización in vitro a fin de producir un embarazo.
La disección de los ganglios
linfáticos retroperitoneales no debe afectar las erecciones ni la capacidad
para alcanzar el orgasmo en un hombre, pero puede que implique que el placer
del orgasmo sea menos intenso.Incontinencia urinaria
durante la eyaculación Climacturia es el término que se usa para describir la
incontinencia urinaria durante el orgasmo. Esto es bastante común después de
una cirugía de próstata, pero muchos hombres podrían incluso no notarlo. La
cantidad de orina varía considerablemente, de unas pequeñas gotas a más de una
onza. Esto es más común en hombres que también tienen incontinencia urinaria
de esfuerzo (los hombres con incontinencia urinaria de esfuerzo pierden orina
cuando tosen, se ríen, estornudan o hacen ejercicio. Esto se debe a una
debilidad en los músculos que controlan el flujo de orina).
La orina no presenta peligro
para la pareja sexual, aunque puede ser una molestia durante el sexo. Este
problema de fuga de orina tiende a mejorar con el tiempo, y el uso de condones
y bandas elásticas de constricción puede ser útil (estas bandas se ajustan en
la base erecta del pene para apretar la uretra evitando la fuga de orina). Si
la climacturia le causa molestias tanto a usted como a su pareja, hable con su
médico para averiguar qué puede hacer al respecto.
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