PERSONALIDAD Y TRASTORNO
DE PERSONALIDAD
La personalidad es una estructura de carácter psicológico que hace referencia al conjunto de rasgos distintivos de un individuo. El experto de origen Estadounidense Gordon Allport ha definido a la noción de personalidad como aquella alineación dinámica de los sistemas psicofísicos que permite establecer un modo específico de actuar y de pensar. Esta organización, sostiene Allport, varía de un individuo a otro ya que depende de la clase de adaptación al entorno que establezca cada persona.
El aspecto dinámico de la personalidad permite
apreciar que todos los seres humanos experimentan intercambios de modo
constante con el medio que los rodea, un proceso que sólo se interrumpe con la muerte. En cuanto a las formas de
pensar y de actuar, muestran que la personalidad está compuesta por una vertiente interna (pensamiento)
y otra vertiente de carácter externo (simbolizado
en la conducta).
Un trastorno de
la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna
y de comportamiento que se aparta acusadamente de las
expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o
principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y comporta
malestar o perjuicios para el sujeto. Los trastornos de la personalidad están
reunidos en tres grupos que se basan en las similitudes de sus características.
- El grupo A incluye los trastornos paranoide, esquizoide y esquizotípico de la
personalidad.Los sujetos con estos trastornos suelen parecer raros
o excéntricos.
- El grupo B incluye los trastornos antisocial, límite,
histriónico y narcisista de la personalidad. Los sujetos con estos trastornos
suelen parecer dramáticos, emotivos o inestables.
- El grupo C incluye los
trastornos por evitación, por dependencia y obsesivo-compulsivo de la
personalidad. Los sujetos con estos trastornos suelen parecer ansiosos o
temerosos. Es frecuente que los individuos presenten al mismo tiempo varios
trastornos de la personalidad pertenecientes a grupos distintos.
Características diagnósticas. Los
rasgos de personalidad son patrones persistentes de formas de percibir, relacionarse
y pensar sobre el entorno y sobre uno mismo que se ponen de manifiesto en una
amplia gama de contextos sociales y personales. Los rasgos de personalidad sólo
constituyen trastornos de la personalidad cuando son inflexibles y
desadaptativos y cuando causan un deterioro funcional significativo o un
malestar subjetivo. La característica principal de un trastorno de la
personalidad es un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento
que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto y que
se manifiesta en al menos dos de las siguientes áreas: cognoscitiva, afectiva, de
la actividad interpersonal o del control de los impulsos. Este patrón persistente
es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y
sociales y provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,
laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. El patrón es
estable y de larga duración y se puede descubrir que su inicio se remonta al
menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta. El patrón no es
atribuible a una manifestación o una consecuencia de otro trastorno mental y no
es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (por ejemplo:
una droga, una medicación o la exposición a un tóxico) ni a una enfermedad
médica (por ejemplo, traumatismo craneal). Los ítems en cada grupo de criterios
para cada uno de los trastornos de la personalidad específicos son enumerados
en orden de importancia diagnóstica decreciente según los datos relevantes
sobre eficiencia diagnóstica (cuando existen).
Síntomas dependientes de la cultura, la
edad y el sexo. La valoración de la personalidad debe tener en cuenta los
antecedentes étnicos, culturales y sociales del sujeto. Los trastornos de la
personalidad no se deben confundir con problemas asociados a la adaptación a
una cultura diferente que se da tras la inmigración o con la expresión de
hábitos, costumbres o valores religiosos o políticos propios de la cultura de
origen del sujeto. En especial si se evalúa a alguien de una cultura diferente,
resulta útil para el clínico obtener información de gente que conozca el
entorno cultural del sujeto.
Curso. Las características de un
trastorno de la personalidad suelen hacerse reconocibles durante la adolescencia
o al principio de la edad adulta. Por definición, un trastorno de la
personalidad es un patrón persistente de formas de pensar, sentir y comportarse
que es relativamente estable a lo largo del tiempo.
Algunos tipos de trastornos de la personalidad (especialmente
el trastorno antisocial y el de límite de la personalidad) tienden a atenuarse o a remitir con la
edad, lo que no parece ser el caso en algunos otros tipos (por ejemplo, el
trastorno obsesivo-compulsivo y el esquizotípico de la personalidad).
Grupo A
Raros e Introvertidos
|
Grupo B
Dramático-emocional
|
Grupo C
Ansioso-temeroso
|
Apéndices
A y B
|
Paranoide
|
Antisocial
|
Evitativo
|
Pasivo-Agresivo
|
Esquizóide
|
Limítrofe
|
Dependiente
|
Depresivo
|
Esquizotipico
|
Histriónico
|
Obs. Compulsivo
|
Sádico
|
|
Narcisista
|
|
Autodestructivo
|
Cuadro de las clasificaciones de los trastornos
de personalidad.
PERSONALIDAD PARANOIDE
La personalidad paranoide proyecta sus propios
conflictos y hostilidades hacia otros. Son generalmente frías y distantes en
sus relaciones. Tienden a encontrar intenciones hostiles y malévolas detrás de
los actos triviales, inocentes o incluso positivos de otras personas y
reaccionan con suspicacia a los cambios en las situaciones. A menudo, las
suspicacias conducen a conductas agresivas o al rechazo por parte de los demás.
DESDE LA SEXUALIDAD Y RELACIÒN DE PAREJA
En este tipo de personalidad, los celos suelen ser
extraordinariamente frecuentes. La desconfianza se extiende también a esta
faceta en un sentido amplio. Suelen tener siempre en la cabeza la posibilidad
que su pareja les pueda engañar en todos los planos, no solamente en el
afectivo o sexual, sino también en el económico, con los hijos, etc. Esta
situación puede ocasionar problemas importantes en las relaciones afectivas de
estas personas, ya que la confianza es un pilar clave de la convivencia,
particularmente de la conyugal. La desconfianza suele conducir a un
distanciamiento afectivo, y muchas veces, siendo inicialmente injustificada,
termina provocando motivos que la justifican, ya que a medio o largo plazo,
puede incitar al otro a no decir la verdad, o a la infidelidad.
PERSONALIDAD ESQUIZOIDE
La personalidad esquizoide son
introvertidas, ensimismadas y solitarias. Son emocionalmente frías y
socialmente distantes. A menudo están absortas en sus propios pensamientos y
sentimientos y son temerosas de la aproximación e intimidad con otros. Hablan
poco, son dadas a soñar despiertas y prefieren la especulación teórica a la
acción práctica. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
Son introvertidos, retraídos y solitarios. Tienen muy pocos amigos, uno o,
generalmente, ninguno. El distanciamiento afectivo también incluye a los
miembros más próximos de su familia. Evitan las relaciones sociales y si,
accidentalmente, están dentro de un grupo, son muy poco participativos.
Se les puede observar con frecuencia ensimismados, enfrascados en sus
propios pensamientos o fantasías, como si estuviesen soñando despiertos. Tienen
muy poco sentido del humor y rara vez participan de las bromas de los demás.
Es excepcional que lleguen a establecer una relación amorosa. Cuando esto
sucede, ellos nunca han iniciado la relación, y a lo largo de la misma
mantendrán siempre un papel esencialmente pasivo.
PERSONALIDAD ESQUIZOTIPÌCA
Los individuos con una personalidad esquizotípica, al igual que aquellas
con una personalidad esquizoide, se encuentran social y emocionalmente
aisladas. Además, desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones
insólitas.
Algunas personas muestran signos de pensamiento mágico (la idea de que una
acción particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con ella).
Por ejemplo, una persona puede creer que va a tener realmente mala suerte si
pasa por debajo de una escalera o que puede causar daño a otros teniendo
pensamientos de ira.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
Son frecuentes las interpretaciones inadecuadas
(delirantes) de percepciones o sucesos normales, que estas personas consideran
especiales y dotadas de un significado simbólico o particular, en relación con
su pensamiento mágico. Muchas veces, éstas les llevan a considerar que los
demás les acosan, persiguen, les trasmiten mensajes de un modo simbólico, les
adivinan o manipulan su pensamiento, etc. Con estas alteraciones se comprende
que sean bastante comunes las ideas de tipo autorreferencial (todo está en
relación con ellos) y la desconfianza, sospecha y suspicacia propias de los
cuadros paranoides. Esto les crea graves problemas en sus relaciones sociales,
ya que son muy susceptibles frente a comentarios, críticas o conductas de los
demás, ya sean reales o imaginarias.
Por otra parte, son personas frías y distantes, con pocas habilidades
sociales y con frecuentes anomalías de comunicación, como el empleo de un
lenguaje vago, extraño y metafórico, resultando muy difícil lograr una
suficiente sintonización con ellos. Como consecuencia de todos
estos factores, es muy difícil que logren desarrollar una actividad laboral
adecuada, salvo en trabajos muy individualistas. Generalmente, estas personas
terminan viviendo dentro de un gran aislamiento social, o, a veces, integrándose
dentro de pequeños subgrupos marginales en los que se aceptan como naturales
estas alteraciones del pensamiento y de la sensopercepción.
Con cierta frecuencia, esta personalidad esquizotípica causa en el que la
padece síntomas añadidos como ansiedad, irritabilidad, y alteraciones del
estado de ánimo, particularmente síntomas depresivos.
PERSONALIDAD HISTRÒNICA
La personalidad histriónica (histérica) buscan de un modo notable llamar la
atención y se comportan teatralmente. Sus maneras vivamente expresivas tienen
como resultado el establecer relaciones con facilidad pero de un modo
superficial. Las emociones a menudo aparecen exageradas, infantilizadas e
ideadas para provocar la simpatía o la atención (con frecuencia erótica o
sexual) de los otros. La persona con personalidad histriónica es proclive a los
comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones no
sexuales. Pueden no querer en realidad una relación sexual; más bien, sus
comportamientos seductores a menudo encubren su deseo de dependencia y de
protección. Algunas personas con personalidad histriónica también son
hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para conseguir la atención que
necesitan.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
La interacción con los demás suele estar caracterizada por un
comportamiento sexualmente seductor o provocador (tienden a seducir a sus
nuevos conocidos por ser aparentemente muy abiertos o muy seductores al
principio de una amistad, aunque esta actitud va disminuyendo conforme tiene
más confianza con la persona en cuestión), Muestra una expresión emocional
superficial y rápidamente cambiante (Esto se da en todas sus relaciones
sociales, laborales y profesionales), Utiliza permanentemente el aspecto físico
para llamar la atención sobre sí, mismo tiene una forma de hablar excesivamente
subjetiva y carente de matices (Expresan opiniones contundentes con un natural
talento dramático, pero los argumento subyacentes suelen ser vagos y difusos y
no se apoyan en hechos ni pormenores)
Muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional
(Pueden llegar a molestar a los amigos y conocidos con sus demostraciones
emotivas públicas, como por ejemplo abrazar con demasiada calidez a personas
que conocen poco, etc.), Es sugestionable, por ejemplo, fácilmente
influenciable por los demás o por las circunstancias (Sus opiniones y
sentimientos son fácilmente influenciables por los demás y por las modas del
momento), Considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad
(Tratan a casi cualquier conocido como "mi querido amigo" y tutean a
todo el mundo por este mismo motivo).
PERSONALIDAD NARCISISTA
La personalidad narcisista tiene un sentido de
superioridad y una creencia exagerada en su propio valor o importancia, lo que
los psiquiatras llaman “grandiosidad”. La persona con este tipo de personalidad
puede ser extremadamente sensible al fracaso, a la derrota o a la crítica y,
cuando se le enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos,
pueden ponerse fácilmente rabiosos o gravemente deprimidos. Como creen que son
superiores en las relaciones con los otros, esperan ser admirados y, con
frecuencia, sospechan que otros los envidian. Sienten que merecen que sus
necesidades sean satisfechas sin demora y por ello explotan a otros, cuyas
necesidades o creencias son consideradas menos importantes.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
Los narcisistas se encuentra un miedo inconsciente al objeto de amor,
relacionada con la agresión proyectada. También presentan un notable desinterés
por el otro. Su excitación sexual está dominada por la envidia inconsciente al
otro género, por la codicia, la voracidad y la esperanza de una posible
apropiación de lo rehusado en el pasado para dejar de desearlo. Para el miembro
de la pareja narcisista la vida transcurre en aislamiento. Teme depender del
otro ya que esto le implica reconocer la envidia y gratitud por esa
dependencia. La dependencia es remplazada por exigencias narcisistas y por
frustración cuando no se satisfacen dichas demandas. En los casos severos, se
desarrolla una sensación sofocante de persecución y encierro por el otro. Los
aspectos no reconocidos del self se escinden y proyectan en el otro miembro de
la pareja para mantener una autoimagen idealizada. La provocación inconsciente
a la pareja para que se ajuste a los aspectos proyectados del self va a la par
con los rechazos y los ataques a esa persona, percibida de forma distorsionada.
PERSONALIDAD
ANTISOCIAL
La mayor parte
de las cuales son hombres, muestran desprecio insensible por los derechos y los
sentimientos de los demás. Explotan a otros para obtener beneficio material o
gratificación personal (a diferencia de los narcisistas, que creen que son
mejores que los otros). Característicamente, tales personas expresan sus
conflictos impulsiva e irresponsablemente. Toleran mal la frustración y en
ocasiones, son hostiles o violentas. A pesar de los problemas o el daño que
causan a otros por su comportamiento antisocial, típicamente no sienten
remordimientos o culpabilidad. Al contrario, racionalizan cínicamente su
comportamiento o culpan a otros. Sus relaciones están llenas de deshonestidades
y de engaños.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
En el plano afectivo, estas personas no están capacitadas para dar y
recibir cariño, por lo que no consiguen, ni intentan, mantener durante un
mínimo de tiempo relaciones íntimas, cálidas y responsables. Si se casan, al
cabo de poco tiempo suele producirse el divorcio o la separación. Curiosamente,
no es raro que su pareja tenga a su vez, un trastorno de la personalidad, o una
personalidad histérica.
La mayoría de estas personas han tenido sus primeras relaciones sexuales a
edades muy precoces, estando su psicosexualidad generalmente alterada. Abundan
entre ellos las conductas sexuales promiscuas, la prostitución, y la
homosexualidad o bisexualidad. También son más comunes entre ellos el estupro,
el incesto y las desviaciones sexuales, particularmente el sadismo sexual, y
los delitos sexuales que implican agresividad, como, por ejemplo, la violación.
PERSONALIDAD LIMITE
La personalidad límite se hace evidente al principio de la edad adulta pero
la prevalencia disminuye con la edad. Estas personas han sido a
menudo privadas de los cuidados necesarios durante la niñez. Consecuentemente
se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados.
Cuando las personas con una personalidad límite se sienten cuidadas, se
muestran solitarias y desvalidas. Sin embargo, cuando temen el abandono de la
persona que las cuida, su humor cambia radicalmente. Con frecuencia muestran
una cólera inapropiada e intensa, acompañada por cambios extremos en su visión del
mundo, de sí mismas y de otras (cambiando del negro al blanco, del amor al odio
o viceversa pero nunca a una posición neutra
DESDE LA SEXUALIDAD Y RELACIÒN DE PAREJA
Su característica principal es
que los afectados tienen una personalidad débil y cambiante, que duda de todo, incluso de sí misma, con momentos de calma que
se pueden volver al instante y sin previo aviso en ira, ansiedad o
desesperación. En estas personas las emociones “están a flor de piel”, y viven
las relaciones muy intensamente, tanto en el enamoramiento, en el que se llega
a idolatrar a la otra persona, como en las rupturas, donde afloran sentimientos
de desprecio por verse rechazado.
La convivencia con una persona con trastorno
límite de la personalidad es muy difícil; de ahí las constantes ruptura de relaciones de pareja, donde la otra parte “no
aguanta más” la situación, que puede llegar a ser “asfixiante”. A esto se le
van a añadir problemas en el rendimiento y en las relaciones de trabajo, lo que
puede poner en riesgo la economía de quien sufre este trastorno. Además, se
suele ver agravado con la presencia de adicciones a
sustancias, e incluso de otros trastornos presentados a la vez.
PERSONALIDAD DEPENDIENTE
La personalidad
dependiente transfiere las decisiones importantes y las responsabilidades a
otros y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se
antepongan a las propias. No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una
intensa inseguridad. A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de
que no saben qué hacer o cómo hacerlo. Son reacias a expresar opiniones, aunque
las tengan, porque temen ofender a la gente que necesitan.
DESDE LA SEXUALIDAD Y RELACIÓN DE PAREJA
Los sujetos que lo manifiestan tienen dificultades para
expresar el desacuerdo con los demás, debido a que tienen miedo a perder su apoyo.
A estos sujetos les es difícil iniciar proyectos o hacer las cosas independientemente.
Creen que necesitan ayuda para comenzar y seguir con la tarea. Están
convencidos de que necesitan ayuda de los demás; sin embargo, si se les da
seguridad pueden funcionar adecuadamente. Tienen miedo de valerse por ellos
mismos o hacerse más competentes por miedo a que los demás les abandonen.
Ocurre también que como confían en los demás para valerse en la vida,
frecuentemente no aprenden las habilidades necesarias, lo que les hace, además
más dependientes aún. Pueden llegar, incluso a presentarse voluntarios
para tareas desagradables, si estos comportamientos les proporcionan los cuidados
que necesitan, de lo que se desprende que están dispuestos a someterse a lo que
los demás quieran de ellos. Esta necesidad de vínculo suele ocasionar
relaciones desequilibradas. Los sujetos con trastorno de la personalidad por
dependencia suelen sentirse incómodos cuando se encuentran solos, debido a sus
temores, desproporcionados, de ser incapaces de cuidar de ellos mismos
(criterio 6).
PERSONALIDAD
OBSESIVO-COMPULSIVA
La personalidad
obsesivo-compulsiva son formales, fiables, ordenadas y metódicas, pero a menudo
no pueden adaptarse a los cambios. Son cautos y analizan todos los aspectos de
un problema, lo que dificulta la toma de decisiones. Aunque estos signos están
en consonancia con los estándares culturales de occidente, los individuos con
una personalidad obsesivo-compulsiva toman sus responsabilidades con tanta
seriedad que no toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que
no pueden llegar a completar sus tareas. Consecuentemente, estas personas
pueden entretenerse en los medios para realizar una tarea y olvidar su
objetivo. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran
satisfacción con sus logros.
DESDE LA SEXUALIDAD Y
RELACIÒN DE PAREJA
Normalmente se enfadan en aquellas situaciones en las que no
son capaces de mantener un control del entorno, si bien, su posible ira no se
manifiesta de forma abierta. Cuando estos sujetos muestran afecto, lo hacen de
forma muy controlada; como norma general, sus relaciones cotidianas suelen ser
serias y formales. Otra característica es que normalmente se contienen hasta no
estar seguros de que lo que van a decir es perfecto para la ocasión. Los
individuos obsesivo-compulsivo de la
personalidad pueden tener dificultades importantes en el trabajo, sobre todo,
en aquellos que requieran flexibilidad y transigencia.
PERSONALIDAD PASIVA-AGRESIVA
Personalidad pasiva-agresiva (negativista) tienen como
objetivo encubierto controlar o castigar a otros. El comportamiento
pasivo-agresivo es con frecuencia expresado como demora, y malhumor. A menudo, los individuos con una
personalidad pasiva-agresiva aceptan realizar tareas que en realidad no desean
hacer y luego proceden a minar sutilmente la finalización de esas tareas. Ese
comportamiento generalmente sirve para expresar una hostilidad oculta.
DESDE LA SEXUALIDAD Y RELACIÒN DE PAREJA
La agresividad pasiva a
menudo no se puede confiar. Debido a esto, ellos mismo se protegen de estar íntimamente
unidos o alguien. Un agresivo-pasivo tiene relaciones sexuales, pero rara vez
hacen el amor. Si se sienten cada vez más conectados a su pareja, se pueden
castigar con la retención de sexo.