miércoles, 15 de enero de 2014

PARAFILIA



Son conductas eróticas, las cuales se basan en una forma única de conseguir excitación sexual, tienen un carácter de requisito indispensable para llegar al placer y satisfacción del individuo; estos actos únicos e indispensables sustituyen al acto sexual en sí, por lo que desvinculan a la persona con el componente interpersonal de todo acto sexual o crean un desbalance en este; por esta razón etimológicamente Parafilia proviene del griego “para” que significa a un lado de y “filia” que significa amigo o amante.
Estas conductas son de carácter compulsivo, ya que el deseo de realizar las fantasías sexuales se vuelve obsesivo, entonces la persona siente que sus deseos son incontrolables por lo que busca recurrentemente ocasiones o circunstancias para llevarlos a cabo, muchas veces en contra de la voluntad de terceras personas que el sujeto parafílico escoge para realizar su fantasía. Con frecuencia luego de cometer la conducta sexual parafílica, el sujeto tiene sentimientos de culpa y angustia por sus actos, pero no en todos los casos surgen estos.
Las parafilias tienen su componente anormal en el deterioro de las relaciones interpersonales del individuo, ya que muchas parafilias dañan a otras personas física y moralmente, también privan al individuo de la posibilidad de crear un vínculo erótico sano con otra persona, lo cual es una experiencia humana rica e indispensable para el desarrollo integral y pleno de las personas.
Otro problema que existe con estas conductas es la etiquetación social que se hace de estos individuos, porque son conductas que la sociedad condena y al identificarlas en alguien, tienden a rechazarlo y aislarlo de muchas actividades sociales.
Personalmente también es un deterioro, pues los sentimientos de culpa que a veces surgen de estas conductas, cambian la autoimagen y el auto concepto de la persona, además crean malestar general por las ideas obsesivas y la ansiedad que resulta de estas cuando no se lleva a cabo la conducta parafílica.
En  el DSM IV se define la parafilia: “La característica esencial (Criterio A) de la parafilia es la presencia de repetidas e intensas fantasías sexuales de tipo excitatorio, e impulsos o comportamientos sexuales que por lo general engloban: 1) objetos no humanos; 2) sufrimiento o la humillación de uno mismo o de la pareja, o 3) niños u otras personas que no consienten, y que se presentan durante un periodo de al menos seis meses”. Pero también (Criterio B) esos impulsos, comportamientos y fantasías deben “provocar malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo”. 

 Causas de las Parafilias
No se han establecido causas demostradas de parafilias, pero "es indudable, dice Karpman, que ellas derivan de la atmósfera familiar y social enferma en que se desarrolla el niño". El mal manejo por parte de los padres de la ingenua curiosidad sexual infantil y de los juegos sexuales de los mismos, tratados con represión enfermiza, evasiones, racionalizaciones y prohibiciones estrictas, cierra el camino a un desarrollo sexual normal, e inclina al niño a manifestaciones parafílicas.
La ignorancia que preserva la inocencia es una falacia perniciosa que ha traído muchos males a la humanidad, entre ellos, las parafilias. Enfrentar la sexualidad con inteligencia, amplitud, apertura y naturalidad, previene las parafilias.
Un hecho interesante es que los parafílicos provienen de familias en que no se han dado otros casos de sexualidad parafílica. Es decir, no se hereda. Tampoco se aprende por imitación, sino por proscripciones y represiones irracionales que cierran caminos normales y abren otros vicariantes, anómalos, inhabituales, extravagantes, elegidos entre el rico y variado repertorio de nuestro capital originario infantil. Si es verdad lo que afirmaba Freud que el niño es "un polimorfo perverso", allí está la cantera de la parafilia.

Grados de Parafilias
Las parafilias son conocidas como desviaciones sexuales, pues el placer sexual se alcanza con prácticas anormales de conducta. Existen tres grados de parafilias, clasificadas por la Asociación Mundial de Psiquiatría, y que son las siguientes: 
1-    Mínimo: que no le hacen daño a terceras y no necesitan tratamiento alguno. Son personas en donde ambas partes de la pareja lo disfrutan y están de acuerdo en llevarlas a cabo.
2-     Acentuado: se busca de “manera insistente”, la realización de la fantasía para alcanzar la satisfacción sexual. 
3-     Dependiente: la fantasía erótica afecta o interfiere en la relación sexual, de tal forma que se da un carácter impulsivo, cuando lo único que sacia la excitación es la realización de esa fantasía. De tal forma que la parafilia puede convertirse en una “adicción”, donde el individuo solo llega a la excitación a través de esta.

Clasificaciones de las Parafilias

Exhibicionismo
El exhibicionismo es una tendencia recurrente de exponer los genitales a personas desconocidas en lugares públicos, por lo usual a personas del sexo opuesto.
Los exhibicionistas, no buscan contactos íntimos al enseñar sus órganos genitales. Por lo general, quien muestra sus partes íntimas en público termina por excitarse, lo que le lleva a masturbarse para darle el punto final a su goce. 
Es normal, que las personas que se encasillan en este trastorno, vean la tendencia exhibicionista como una válvula de escape en tiempos difíciles, problemáticos o estresantes, dejando de lado el comportamiento exhibicionista una vez que sus problemas se han solucionado. El exhibicionismo es un impulso difícil de controlar y es más común en hombres heterosexuales, otro punto importante a destacar en el exhibicionismo es el hecho de que si la persona a quien muestran sus órganos se asusta o se sorprende la excitación sexual del exhibicionista crece.  En sentido estricto, el exhibicionismo es el gusto del individuo por desnudar y mostrar los órganos genitales de forma impulsiva y gratuita.

Fetichismo
Se deriva de Fetiche (del portugués fetiço: hechizo) que alude a un ídolo u objeto de culto, de ciertos pueblos primitivos. A este objeto al fetiche, se le atribuían propiedades mágicas derivadas de un dios o de determinada persona.
El término “fetiche sexual” fue acuñado por el psicólogo francés Alfred Binet, que fue el que, además lo clasificó como parafilia. Consiste en la excitación erótica o la facilitación y el logro del orgasmo a través de un talismán u objeto fetiche, sustancia o parte del cuerpo en particular. El fetichismo sexual se considera una práctica inofensiva salvo en el caso de que provoque malestar clínicamente significativo o problemas a la persona que lo padece o a terceros pudiendo en este caso llegar a considerarse un trastorno patológico propiamente dicho.
Los aparatos expresamente fabricados con el objetivo de la estimulación o para el juego sexual no se consideran fetiches. El objeto fetiche se puede emplear durante la masturbación o bien lo lleva puesto el otro miembro de la pareja durante la actividad sexual (por ejemplo unas medias, botas tacón aguja, unos zapatos, o una mujer fumando, con el fin de provocar la excitación de su compañero sexual, ya que frecuentemente el fetiche es necesario para la excitación sexual.

Froteurismo
Proviene del francés “frotter”, que significa rozar; el frouterismo es una desviación sexual o parafilia que consiste en la excitación erótica a través del frotamiento del órgano genital, contra el cuerpo de una persona desconocida y sin su consentimiento. El froteurista también manosea con disimulo a sus víctimas para excitarse, a las que normalmente aborda en lugares públicos y concurridos, como el transporte urbano y las discotecas. La conducta no es preludio de un encuentro erótico; en la mayor parte de los casos, la masturbación acompaña el recuerdo del acto.

Pedofilia
También conocido como Paidofilia, la pedofilia es un trastorno sexual en el cual existe la predilección sexual por menores de edad escolar o adolescentes en pubertad temprana. Desde un punto de vista médico, la paidofilia o pedofilia es una parafilia que consiste en que la excitación o el placer sexual se obtienen, principalmente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños generalmente, entre 8 y 12 años.  A la persona que padece pedofilia se le denomina pedófilo, un individuo de al menos 16 años que se entretiene sexualmente con menores de 13 y respecto de los que mantiene una diferencia de edad de por lo menos cinco años. 

La personalidad del pedófilo
1- Los primarios muestran una inclinación sexual casi exclusiva por los niños y su conducta compulsiva es independiente de su situación personal, no se siente culpables ni avergonzados.

2- Se caracterizan porque su conducta viene inducida por una situación de soledad o estrés (en estos casos, la experimentación de relaciones sexuales con menores suele ser un medio de compensar la baja autoestima o de liberarse de cierta hostilidad), sienten culpa y vergüenza.

Masoquismo Sexual
Durante un periodo de al menos 6 meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulso sexual o conducta que implica el hecho ( real, no simulado) de ser humillado, pegado, atado o cualquier otra forma de sufrimiento. Las fantasías, los impulsos sexuales o comportamientos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del sujeto.

Sadismo Sexual
Experimentar placer erótico al provocar dolor físico o humillación en la pareja. El sadismo sexual implica los actos en los cuales una persona deriva placer sexual de infligir el sufrimiento físico o psicológico en otra persona. Algunas de las actividades severas implicadas en sadismo sexual incluyen quemarse, batir, apuñalar, violar, y matar. Los comportamientos del sadismo sexual comienzan en adolescencia o edad adulta temprana.

Fetichismo Transvestista.

El transvestismo es una parafilia que se conoce como la conducta sexual que consiste en el uso de ropa femenina repetida y persistentemente por un hombre. De este modo la persona obtiene placer sexual y se frustra si su acto se ve interrumpido por alguien que lo cuestione. La persona gusta  mirarse en un espejo cuando esta transvestido y con esto obtiene un erotismo incomparable que le podría brindar   múltiples orgasmos. En casos más complejos, la persona cambia además de su ropa, también sus gestos, su forma de hablar, utilizan maquillaje y tienden a gastar grandes cantidades de dinero en ropa femenina. En las historias clínicas de los fetichistas transvestistas se hallan antecedentes de castigos de niños con uso de ropas femeninas y los síntomas se manifiestan tempranamente en la infancia y a comienzos de la adolescencia. La evolución depende del primer acto: si fue sólo parcial o utilizó una prenda, como bombacha, soutien o lencería íntima bajo la ropa masculina, o sólo tacos altos o medias femeninas, que pueden pasar desapercibidas, o bien un transvestismo total o completo, que incluye ropa exterior y maquillaje. En caso de ser parcial suele evolucionar hacia la forma total. Puede comenzar por la masturbación con una ropa o artículo favorito que usa y luego la debe tener puesta durante el coito. Puede ser ocasional sin grandes perturbaciones de su vida sexual.

BIBLIOGRAFÍA
Juan J. Lopez-Ibor Aliño, DSM IV. Manual Diagnostico y Estadistico de los Trastornos, Masson, 2002, Barcelona, Pg. 634-644
Oliveiro Ferraris Anna y Graziosi Bárbara, ¿Qué es la pedofilia?, Paidos, Roma, 2004, p. 248
Papalia Diane, Desarrollo humano, Mc Graw Hill, México, 2003, p. 706

Consulta Electrónica:

http://www.educasexo.com/erotismo

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